Clásicos Basicos XII: Intestine Baalism - An Anatomy of the Beast (1997)

Grandísima portada (edición vinilo).
Ponemos de nuevo en marcha la máquina del tiempo para retomar esta joya del death metal underground. Desde Japón hoy atacamos el disco debut de Intestine Baalism, el imprescindible An Anatomy of the Beast.

Creo que pocas bandas son más misteriosas que estos tipos. No por el uso de pseudónimos, maquillaje u otros artificios, sino por la total falta de información sobre ellos que reina en la red, al menos en inglés. Vale que son anteriores al boom de las redes sociales, pero es que no hay nada sobre ellos: ni web oficial, Facebook, o Twitter. En su día (2004) tuvieron un Myspace donde descubrí la publicación de su tercer disco, pero desde la muerte de dicha red social, no hay absolutamente nada.


El álbum que nos ocupa fue publicado en 1997 por la difunta Repulse Records (ahora Xtreem Music), el sello por aquel entonces de Dave Rotten. Si no me equivoco y la memoria no me juega una mala pasada, éste y el Riding into the Funeral Paths de Ouija fueron los primeros discos que le compré al Rotten. Anda que no se echan de menos aquellos catalozines, donde podías ir leyendo reseñas y a la vez hacer la lista de la compra. Impagables!

Su estilo era, por aquel entonces, inconfundible. Sobre una base de brutal death fundían melodías propias del death melódico sueco. Por extraña que parezca, la mezcla de ingredientes funcionaba. Además, sus composiciones eran bastante técnicas, cuando por técnicas no se refería a incluir mil arpegios a velocidades imposibles, sino a riffs intrincados y ritmos cambiantes. La mezcla sería parecida a juntar la base de Immolation con las líneas melódicas de unos primeros In Flames.

El sonido es bueno. Las guitarras tienen un punto sucio y el bajo contribuye a "engordar" el sonido del álbum. Es curioso, para los estándares de hoy en día, el sonido de batería, bastante por debajo del resto de instrumentos en la mezcla (no como hoy en día, que algunos discos parecen más un clinic de doble bombo que otra cosa). Todo ello coronado por la voz, a ratos gutural de manera que se funde con las guitarras, a ratos chillona al más puro estilo grindcore.

Es un disco sorprendentemente homogéneo en cuanto al nivel de sus temas. No hay ninguno que pueda considerarse de relleno, sino que todos tienen alguna seña de identidad propia. Así, tendríamos temas rápidos como el inicial Corporal Celebration o Alastor Possess. Otros dejan riffs para el recuerdo, como el tema que da título al álbum, en el que aparece uno de los mejores riffs del disco, o la parte melódica de Cannibal Sodom, digna de mencionar en un tema prácticamente instrumental.

Blasphemy Resurrected

Pero lo mejor del álbum (al menos para mí, claro) son Blasphemy Resurrected y A Place Left Behind, unidos ambos por la parte más melódica. En ellos se conjugan magistralmente las dos caras de Intestine Baalism, por un lado la faceta death más salvaje y por otro el buen gusto a la hora de componer melodías sobre la base brutal.

Tras esta joya tardaron 6 años en volver a publicar un álbum. En 2003, coincidiendo con la cutre reedición que presentó Blackend Records (quien se hizo con el catálogo de Repulse tras su desaparición), publicaron su Banquet in the Darkness, que seguía la senda de su debut, con una producción más "bonita".

En 2008, de nuevo reaparecieron de la nada con su tercera obra, un Ultimate Instinct mucho más brutal y directo que sus anteriores discos pero que conservaba a la vez las melodías que les distinguían.

Desde entonces no hemos vuelto a saber de ellos. Siguen en activo, eso sí (o al menos lo estaban en 2016) gracias a vídeos en directo colgados en Youtube, en los que se puede apreciar su gran destreza instrumental, pero no hay noticias de un nuevo disco. Yo, desde luego, no me canso de esperar (también sigo esperando el nuevo de Necrophagist, ojo).

Mientras tanto, disfrutaré como un poseso de este An Anatomy of the Beast.

 

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